Fuente: Infodefensa

El subdirector general de Inspección, Regulación y Estrategia Industrial de la DGAM, Pedro Fuster, analizó este jueves en el primer webinar de IDS Connect los efectos de la situación del coronavirus en el sector de la defensa y los desafíos a los que se va a tener que enfrentar.

A lo largo del seminario, Fuster dejó claro que para la recuperación de esta crisis «es importante que las grandes cabeceras empresariales cuiden la cadena de suministros, que yo creo que es la clave esencial para esa recuperación del sector«. A este respecto, subrayó que era necesario identificar la vulnerabilidad y facilitar y garantizar la liquidez de toda la cadena de valor.

En esta línea, pronosticó un proceso de regionalización a nivel europeo, de la cadena de suministros. «No será tanto proteccionismo, sino búsqueda de la cercanía del suministrador para evitar disfunciones». Esto, dijo, podría beneficiar a la industria nacional, puesto que suministros que ahora «se obtienen fuera podrían obtenerse aquí».

Fuster comentó una lección aprendida a raíz del COVID-19: las empresas deben prepararse para la crisis, y para ello es esencial contar con personal especializado, así como hacer una apuesta decidida por la inversión en el talento y el liderazgo. «Hay que volver a pensar como una start-up. Este tipo de empresas venían ya preparadas de antemano y muchas habían redefinido sus procesos de trabajo y cadenas de suministros. Están respondiendo bastante bien», comentó.

Después de siete semanas de duro confinamiento y de una producción en muchos casos paralizada, el subdirector hizo hincapié en que «el tiempo es una variable crítica» para encarar con éxito la recuperación. «Cuanto más rápido se levante la parálisis económica, mejor para el sector».

Fuster asimismo incidió en que la respuesta de la Unión Europea será determinante. «Estará todo muy condicionado por los parámetros europeos«, subrayó. Según él, la industria de defensa europea es competitiva y un valor seguro en muchos aspectos. En el caso de España tiene un sector potente, competitivo y que está muy internacionalizado, con un producto propio. A nivel europeo, el representante de la DGAM apostó por una reorganización en el sector.

A medio y largo plazo, el sector español de la defensa -destacó- tiene margen, puesto que está muy apalancado a grandes proyectos de gasto plurianual ya aprobados. El futuro, afirmó, pasa por una revisión de las estrategias industriales y por reforzar la relación estratégica entre el Ministerio de Defensa y la base industrial y tecnológica de la defensa.

La automatización y digitalización -apuntó- ha hecho que muchas actividades continúen, sin embargo, en otros casos como las líneas de producción en fábrica es más difícil, debido a las medidas de distanciamiento. «La vuelta está siendo muy ordenada, aun así, se producirán algunos retrasos».

«La industria de defensa -concluyó- tiene muchos aspectos a su favor. A diferencia de otros sectores, el mercado no ha desaparecido, el cliente principal (Ministerio de Defensa) no va a desaparecer. Saldremos reforzados, con las debilidades detectadas y posiblemente paliadas, pero se requiere trabajo y paciencia. Eso sí, el Covid.19 pasará, pero será una referencia que habrá que tener en cuenta».